COMPARTIR | Cadaqués

jueves, 7 de abril de 2016

Una experiencia gastronómica al lado del mar


Pocas veces hago una excepción para hablaros de algún restaurante fuera de Barcelona, pero el restaurante Compartir ubicado en el precioso pueblo marinero de Cadaqués bien merece la mención.

Y es que este restaurante, hermano mayor del vanguardista Disfrutar, ofrece una carta digna de disfrutar (no encuentro mejor calificativo) y compartir con platos propios de la dieta mediterránea, algunos más tradicionales y otros muy modernos.

Ubicado en un emblemático edificio con mucho encanto y un porche muy acogedor, Compartir es un lugar perfecto para comer bien en buena compañía y dejarse seducir, tal y como nosotros hicimos con nuestros amigos.

El paseo posterior cerca del mar, sobra decir que es obligado.



Tenía muchas ganas de visitar este lugar y el día nos salió redondo. Comenzamos con un cóctel (regalo de la casa por cierto) de Campari, naranja sanguina y espuma de vermut.

Buenísimo y refrescante, su colorcito ya lo dice todo.



Seguido de otro detallito de la casa en forma de aperitivo, un crujiente de maíz inflado y oliva negra presentado en cucurucho. Muy rico.



Nosotros obviamente no pudimos prescindir de la ración de pan con tomate y buen aceite. Y sí, está tan delicioso como parece.



Ahora empieza lo bueno.

Para empezar, unas anchoas frescas y tersas en salsa de almendra, caviar de miel de ciprés y trufa.

Se acompañaban con unas tostas finas y crujientes, el tandem perfecto para  un plato exquisito con una gran presencia al sabor de almendra, a tener en cuenta si no os gusta.



Compartimos una ración de buñelos de bacalao (de verdad) con un aire de miel. 

Estaban deliciosos, carnosos y esponjosos, por supuesto nada de exceso de aceite. Otro acierto.



Y por último, un par de huevos de pollita cocidos a baja temperatura con espuma de parmentier de patata, unos picatostes de pan y aceite de trufa.

Como sé que a veces una imagen vale más que mil palabras os dejo con el proceso de introducir la cuchara, romper el huevo, llenar la cucharita con un poco de todo, comer y sentir. 

¿Algo más?



Nuestro plato principal lo teníamos claro, las curvas y la caravana desde la montaña que hicimos religiosamente tenían el objetivo de zamparse un arroz épico, y así fue.

Así que nos decantamos por el arroz marinero que nadie se quiso perder y muy bien aconsejados, pedimos solo arroz para tres. Ración más que suficiente para quedar bien contentos de arroz, gambitas y rape. Este arroz esta terminado al horno (de ahí su aspecto más oscuro por arriba) con un poquito de tinta de calamar.

Estaba espectacular e increíblemente suelto, uno de los mejores arrocitos que me he comido, olé!



Para postres estábamos bastante llenos pero al menos uno tenía que caer, no hacerlo habría sido un pecado.

Y nos decidimos por el crocanti de fruta de la pasión, una de mis frutas favoritas y un postre clásico versionado, sonaba bastante bien.

El crocanti de almendras garrapiñadas estaba crujiente al máximo, la mouse muy aireada con buen sabor a cítricos exóticos y un ligero toque de brandy. Además, el corazón era de chocolate pero con ese puntito de maracuyá, detalle que a mi me encantó pero a alguno le resultó demasiado potente.



Como había que volver por las mismas curvas que vinimos, solo tomamos una botella de vino, concretamente un blanco muy aromático de la zona, el Sàtirs de l´Empordà, que a todos nos gustó mucho.

Sin duda, toda una experiencia! 
  • Por qué hay que ir? porque Compartir está recomendado por la Guía Michelín, tiene dos soles Repsol y porque te lo digo yo, que soy muy de fiar
  • Volvería? of course baby
  • Moraleja a veces sí es oro todo lo que reluce
  • Precio aproximado esta comida para cuatro personas, con una botella de vino, aguas, cervezas y cafés salió a 35 euros por persona, teniendo en cuenta la calidad, la originalidad y que sus chefs son de prestigio, no tengo nada más que añadir
  • Ubicación
COMPARTIR
Girona
Cadaqués
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