Hacía bastantes semanas que no os traía un post de locales para ir a desayunar y es que las sábanas los fines de semana me pueden más que el estómago.
Pero atraída por la reciente apertura de la nueva horchatería Sirvent, muy cerca del Mercat de Sant Antoni, el pasado fin de semana nos dejamos caer por allí.
El local es precioso, muy amplio y mucho más moderno que las otras Sirvents de la ciudad. Su decoración es bastante hipster con tonos verdes y blancos que recuerdan a su logo, suelos muy bonitos, sillones marrones americanos, sillas dispares de color amarillo huevo y en general, un derroche de buen gusto y comodidad.
Como es lógico, no podían faltar sus productos estrella marca de la casa, especialmente la horchata (una de las más ricas de Barcelona), los helados y los turrones. Pero también podremos disfrutar de otras variedades para animar el apetito como son sus dulces de repostería y bollería, sus propuestas saladas, un buen chocolate a la taza para acompañar de fartons con una pinta irresistible y una amplia selección de zumos artesanales y smoothies.
Además, los más curiosos podremos echar el ojo al trabajo que se realiza en cocinas, que ya sabéis es algo que me encanta, así que ahora sólo queda disfrutarlo.
Como el fresquete ha entrado bastante fuerte, dejamos a un lado la horchata y decidimos probar otras cositas, así que tomamos un desayuno completo y variado entre ambos.
La opción salada acompañada de una cerveza Pilsner, fue una focaccia rellena.
Sus ingredientes son: pastrami, pepinillo, cebolla laminada, aceitunas y mostaza.
Una combinación de sabores bastante fuerte que o te gusta o la odias, la eligió Manu que es de gustos más predominantes aunque a mi también me pareció rica. El pan estaba buenísimo y la ración fue generosa.
Yo me decanté por algo más natural con el zumo recién hecho "Carrot Carotene" elaborado con naranja, zanahoria y manzana.
Es una mezcla de sabores que combinan muy bien y le da ese puntito ácido de la manzana tan rico y agradable. Además, el zumo también era bastante considerable.
Y como no podía faltar algo dulce que siempre da mucha alegría, me decidí por el croissant de tiramisú.
Lo he comido muchas veces de mascarpone pero nunca de tiramisú, predominaba bastante el sabor a café y el relleno era contundente, suave y cremoso. El hojaldre del croissant estaba muy crujiente y esta opción fue todo un acierto.
Aunque si me pedís que elija ya sabéis que no puedo negar que soy fan incondicional de los de Hofmann.
El sitio es más que agradable y merece la pena visitarlo a casi cualquier hora del día, avisados estáis!
- Por qué hay que ir? porque sirven algunos de los productos artesanos más ricos de la ciudad y además vais a estar muy cómodos en esta nueva ubicación.
- Volvería? sí por supuesto, seguro que me dejo caer por allí en más de una ocasión este verano en vez de parar el coche en doble fila para comprar un litro de horchata como hacía hasta ahora.
- Moraleja hasta los clásicos hay que renovarlos de vez en cuando
- Precio aproximado en total 11,50€ me pareció más que razonable y como os digo, las cantidades no estaban nada mal, especialmente si tenemos en cuenta que en cualquier bar por un vaso pequeño de zumo de naranja te cobran el mismo precio tranquilamente.
- Ubicación
